Tras un mundial disputado en casa más que decente donde quedaron terceros, Joachim Löw cogió las riendas de la selección alemana después de ser el segundo del gran Klinsmann.
Cómo decía, tras este mundial, llegó la Eurocopa 2008. El combinado alemán aterrizó en tierras suizas con la base del anterior torneo, el capitán Ballack, Lahm, Podolski, etc. Personalmente dudo mucho de que fuera el gran favorito en las apuestas para llegar a la final del europeo, y sin embargo, llegó para enfrentarse a una selección en pleno auge de juego y ante la que sucumbió con un gol de Fernando Torres.
Otros dos años después, esta vez en Sudáfrica, las dudas respecto a esta selección crecían. Sobre todo cuando se confirmó la ausencia del gran capitán teutón, Michael Ballack. Sin embargo, a medida que avanzaba el torneo vimos una nueva Alemania, basada en un juego de ataque pero además preciosista, con apoyos cortos, pocas conducciones, etc. Con este juego llegó a semis, donde otra vez la selección española se topó en su camino a la gloria, aunque si siguen así algo caerá seguro.
Aunque no hay que quitarle nada de mérito al "hombre del jersey azul", yo le daría más importancia a la convocatoria de algunos jugadores que del nuevo estilo de juego que impuso. Me refiero a que esta manera de jugar, tiene unos nombres y apellidos, entre otros como Toni Kroos, Thomas Müller, Mesut Özil, Sami Khedira, Marko Marin, etc.
Todos los nombrados tienen menos de 23 años, y son la nueva camada de una nueva Alemania unidos a los Podolski, Lahm, Schweinsteiger, volverán a hacernos disfrutar con su fútbol rápido y vistoso.
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