martes, 30 de noviembre de 2010

Cosas "clásicas"

Se presentaba emocionante el clásico de esta temporada. Los dos equipos llegaban con números de equipo campeón, 33 goles a favor cada uno, goleadas partido sí partido también, y sus dos estrellas encabezando la tabla de pichichis de la liga con solo dos goles de separación entre ambos; Cristiano Ronaldo con 15 y Lionel Messi con 13.

Se presumía un partido igualado en el Camp Nou con los dos entrenadores-estrategas del momento, Pep Guardiola y José Mourinho. Cada equipo parecía que tenía un jugador de las mismas características para hacer frente: Valdés-Casillas, Puyol-Carvalho, Xavi-Xabi, Iniesta-Özil y Messi-Cristiano (faltó el de Villa-Higuaín, ya que el argentino se cayó en el último momento del once titular).

Comenzó el partido con el que se presuponía iba a ser el dueño del balón: el Barça, y con Xavi como timón, por si acaso quedaba alguna duda de que es merecedor del Balón de Oro-Fifa World Player ayer quedó dilapidada. El entrenador portugués del Madrid planteó el partido para jugar de tú a tú al equipo blaugrana, pero eso en su feudo y con la motivación ayer mostrada por el once de Pep era imposible. Y así llegó el primer gol de Xavi en el minuto 10 (no quiero que esto parezca una crónica), y luego el segundo de Pedro en el 18, tercero y cuarto de Villa, y la guinda del canterano venezolano Jeffrén. El Madrid sólo avisó con dos tiros libres de Cristiano Ronaldo y uno de Di María desde el borde del área que Valdés se encargó de detener.

Más allá del 5-0, como dice Guardiola es más relevante el "cómo" que el "cuánto". Se puede ganar de manera abultada sin hacer un buen juego, pero lo de ayer fue un homenaje al fútbol de toque (a pesar de que no soy muy partidario de este), los jugadores blancos corrían detrás de sombras, presionaban "tarde, mal y nunca". Para mí el planteamiento fue erróneo, quiero decir, al principio el Madrid se quedaba atrás, luego había fases en las que el equipo se partía y presionaban dos arriba y el resto mitad de campo hacia atrás. Plantearlo o de una forma o de otra, pero de esa manera había muchísimo espacio, lo que propició el tercer, cuarto y quinto gol de los blaugranas. Además, falta decir el juego extraño ofrecido por los blancos, desaparecido por completo el mostrado en partidos anteriores con apoyos cortos, mucho trabajo de todos y jugadas trenzadas. Parecía como al principio de temporada, cada uno la guerra por su cuenta.

Por otro lado, hay que decir que la primera tangana que se monta (¿qué sería sin ellas de los Barça-Madrid), viene precedida por un amago de Pep a Cristiano en el que ni el míster tenía que haber hecho el gesto ese ni el luso haber reaccionado así, pero como se dijo al final del partido: "cosas del fútbol". La otra trifulca vino cuando ya estaba casi el tiempo cumplido por una entrada cuanto menos criminal de Sergio Ramos a Messi, muestra de la impotencia del resultado del partido, tras un regate un poco provocador (cómo dirían algunos) del argentino viendo el minuto y el marcador en el que se encontraba. Tras la entrada, el lateral andaluz se "peleó" con todos los "compis" de selección, aunque según Puyol ya está todo arreglado esperemos que así sea.

Ahora queda por ver cómo reacciona el equipo blanco, si sigue siendo un aspirante a todo o se queda en lo mismo que el año pasado y el anterior, sin ir más lejos este sábado tiene todo un Valencia dispuesto a aprovecharse de la "manita". Mucho trabajo psicológico por delante tiene Mou para que no decaiga el ánimo madridista.

1 comentario:

  1. Lo más parecido entre barça y madrid fue que Xavi y Xabi se llaman igual

    Teneis razón los Guardiola (Pep y tú), el cómo y importa y mucho. Porque el 2-6 también fue acojonante pero este no dejó opción de que pudiese ganar el real madrid

    saludos

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